dissabte, 25 de febrer del 2012

Arena

Somos de arena. Nuestros cuerpos se deshacen, cambian, se transforman, modelados por unas manos caprichosas. Se nos escapa la vida, entre los dedos. Se confunden los recuerdos, las caras. ¿Quién se esconde tras los párpados cerrados de mis ojos? ¿Quién respira bajo mi piel? ¿Es mi sangre la que fluye por mis venas? ¿Son mis lágrimas las que brotan de mis ojos? ¿Es mía la risa que oigo?
Somos de arena. Quiero descubrir quién soy, pero es una ardua labor y no sé cómo afrontarla.
Las ilusiones también se escapan entre los dedos. Un día oyes su respiración, sientes su aliento fresco. Sabes que están ahí, que te guían hacia un mundo de sueños, que te enamoran, te aprisionan. Sientes la necesidad de dibujar sus rasgos, de rellenar su contorno. Y de repente, cuando sientes que estás más cerca de ellas, se rompen en pequeñas y frágiles motas de polvo. Las veo flotar a mi alrededor, sin forma alguna. Tal vez jamás alcance mis metas. Mis errores hacen mella en mí, en todo lo que anhelo.
Siento que me deshago día a día. Aquellas notas alegres que van y vienen, mezclándose con otros sonidos, son pequeños reflejos del ayer y del mañana. Anticiparme a ese mañana, apresarlo en el presente para que en el futuro no pase a ser parte del pasado ... es una quimera.