dijous, 11 d’agost del 2011

¿OS APETECE DAR UN PASEO POR EL TIEMPO?





¿Dónde se esconden los recuerdos? Acaso se disfracen con nuevos colores para poder pasar desapercibidos ante todo aquel que los persigue. Tal vez, sólo tal vez, estén jugando al escondite con nosotros. Quizá ni tú ni yo sepamos verlos porque no estamos preparados para enfrentarnos a su integridad, a su verdad.
He intentado, sin éxito, ahondar en mi memoria para poder así seguir el fino hilo dorado que los une a mí. He visto, impotente, cómo éste se rompía. Y me duele ver que poco a poco se alejan más, empujados por la fuerza que generan mis propias ansias. Los he rozado con las yemas de mis dedos y he acallado un alarido de dolor al comprobar que con cada nuevo esfuerzo, ellos se distancian más.

Los siento tan cerca... Sé que están esperando ser rescatados pero, en mi impaciencia por lograrlo, creo que no lo serán jamás.

Huyen como caballos desbocados mientras las riendas azotan, como látigos dolientes, mi memoria.

Ahí están, de nuevo ante mi. Creo que voy a intentar algo nuevo. Me sentaré aquí, frente a la ventana y cuando quieran acercarse, yo, vestida de olvido, les sonreiré, con mi sonrisa anciana. Seguro que así se sentirán más cerca de mí.

"Bienvenidos. ¿Os apetece dar un paseo por el tiempo?

dilluns, 8 d’agost del 2011

VOLVER A MIRAR

Visto con los ojos del inexperto, del inocente o del torpe, aquello que para unos es obvio no lo es para otros.
Hay muchos tipos de miradas escondidas bajo la piel de la sociedad, miradas errantes; miradas rígidas e insondables; miradas tímidas, tenues; miradas ávidas que captan todo cuanto abarcan y miradas que no lo consiguen jamás; miradas inocentes y francas; miradas turbias que te desnudan; miradas que no volverán a mirar. Existen diferentes modos de pensar y de ver la vida. De eso se trata, ¿no? La vida hay que vivirla, sin más.
Vivimos en un constante aprendizaje, haciendo las cosas como sabemos o como podemos. Hoy quiero pedir no ser juzgada por ello. Quiero aprender a no juzgar a los demás, porque no tengo derecho y porque, tal vez, aún teniéndolo aprendería mucho más si tan sólo intentara verlo con esos otros ojos, bajo esa otra mirada, una perspectiva diferente.
Quiero volver a mirar, algún día, sin sentir el peso de aquello que, aunque ajeno a mi, me hace desviar la mirada; levantar mis párpados y dejar entrar la luz del día. Quiero ser lo que soy, sin banderas ni falsos credos. Quiero ser persona y observar con ésta mi mirada torpe todo cuanto acontece a mi alrededor: una puesta de sol, un amanecer, las gotas perladas de rocío que reposan en el casto vientre de una flor. Y quiero conservar, en mi torpeza, todo cuanto siendo obvio para otros a mi no se me antoje como tal.

INTERNET

Existen sitios en Internet que no son demasiado recomendables. Yo lo sé, tú lo sabes, todos lo sabemos. Aún así caemos en ellos casi sin darnos cuenta. Ayer por la mañana, revisando el correo electrónico vi un mensaje de un amigo. Quise visualizar el contenido pero me pedían que abriera una cuenta en el sitio. Así lo hice. Una vez dentro comprobé que había unos cuantos conocidos así es que no podía ser nada del otro mundo, tan sólo otra de esas redes sociales. Redacté algo para rellenar mi perfil y... me varavilló que al cabo de pocos minutos comencé a recibir mensajes de gente que no conocía. Era asombroso. Eso sí, todos los que se dirigían a mi eran hombres. Qué raro, pensé. Y todos ellos querían conocerme. Por educación respondí a varios de los mensajes. A todos los que me sugerían que nos conocieramos les dije lo mismo: estoy casada y no quiero saber nada de eso. En fin, continué charlando con los que una vez desentrañado el entuerto quisieron hablar conmigo. Hasta aquí todo normal, raro, sí, pero normal.
Ésta mañana he vuelto a entrar. He hecho algún cambio en mi perfil y... ¡sorpresa! He podido ver la foto que había subido y un enunciado que decía así: quiero quedar con un chico de entre X y Y tantos años. ¡Nooooooooooo!
No he tardado ni dos segundos en darme de baja del servicio. Ahora me siento como una tonta. Con razón me llovían tantos mensajes. Estoy decepcionada.
Quisiera lanzar una advertencia para todos aquellos que busquen pasar un rato ameno chateando con gente nueva. Vigilad dónde os meteis. No todo es lo que parece. Existen otros modos de conocer gente que son mucho más seguros. Si quereis un consejo, no entreis ahí. No encontrareis lo que estais buscando, o tal vez sí. Eso depende de lo que querais hacer con vuestra intimidad.
Un saludo.